7.12.10

Una jornada recreativa
El 12 de enero de 1994, como parte del programa del XII Torneo Nacional de Pesca de la trucha Incendio de Bayamo, los organizadores incluyeron una jornada de pesca recreativa en el embalse Cauto El Paso, con el fin de probar las condiciones como área de pesca deportivo-recreativa de este acuatorio, construido apenas tres años antes en la llanura del Cauto, provincia de Granma, con el fin de utilizar sus aguas en el riego agrícola y la acuicultura.
La presa Cauto el Paso fue construida en 1991 sobre el río Cauto; recoge una cuenca de 2, 385 km2 y posee una capacidad de embalse de 330 millones de metros cúbicos (14) En el Diccionario Geográfico de Cuba nos la ubican a 20 kilómetros al NNO de la ciudad de Bayamo y ofrecen el dato de sus 70,4 kilómetros cuadrados de superficie acuática (15). Durante la visita al embalse fuimos informados de que el dique posee una longitud de 25 kilómetros, aunque el dato no ha sido corroborado en fuentes técnicas.
Aun a nivel del más elemental empirismo, resultó una oportunidad única para probar algunos elementos de análisis y dejar al menos constancia del estado inicial del embalse para el deporte de la pesca. Se estimó que la cifra y experiencia técnica de los participantes posibilitaba adquirir en la práctica elementos de interés para la caracterización de esta modalidad de pesca, que encuestas previas habían identificado como la de mayor interés para los aficionados locales (16).
Para el acopio de información se distribuyó entre los participantes un rústico modelo de encuesta, que se ajustó ampliamente al propósito, además de contar con la cordial voluntad de los excelentes pescadores asistentes a la cita, que aparte sus valores técnicos debe recordársele como una de las ocasiones de disfrute que ha sabido proveer la cordial provincia de Granma a los aficionados de todo el país.
Participaron en total 54 pescadores durante una sesión de seis horas (07:00-14:00), equivalentes a la extensión de la jornada regular de los torneos de pesca de la especie fluvial en la época. La totalidad de los participantes en la experiencia emplearon avíos de vara y carrete, ajustados a las normas de esta modalidad deportiva, y señuelos artificiales. La amplia distribución territorial de las procedencias de los pescadores (solo no está representada la provincia de Guantánamo) adiciona un elemento significativo a la muestra, al asumirse que sus experiencias puede representar un nivel medio de conocimientos técnicos de esta actividad en el momento del registro. La cifra por provincias fue registrada sobre la figura de un mapa, para ilustrar su distribució territorial.
El listado de participantes en esta experiencia permite identificar la presencia de 25 competidores [c] en el certamen de ese año, mencionados en la “Relación de participantes por provincias”, publicada en el boletín final del torneo (17), lo que asegura que al menos el 46.3% del grupo muestra cuenta con el nivel deseable para garantizar resultados atendibles en la actividad específica en estudio.
De los restantes, 9 son delegados de equipos [d], igualmente pescadores, y los demás, jueces, personal de apoyo e invitados. Incluso entre los últimos puede destacarse a algunos con un notable currículo en esta modalidad de pesca específica, como Elio Ruíz Álvarez, de Villa Clara, que en los años ’80 había sido campeó nacional en ocho ocasiones.
Se estima no más de un 10 % de práctica del vadeo, lo que se explica por la dilatada extensión de la cortina del embalse, que permite un cómodo desplazamiento en busca de puestos de pesca apropiados. Dos competidores que obtuvieron altas cifras de captura (#36 y #37) practicaron el vadeo. En contraste, otro competidor (#50) logró 14 ejemplares sin moverse de un mismo puesto de pesca en todo el tiempo de la prueba.

NOTAS
14- Cuevas Toraya; Licenciado Juan; 500 años de construcción en Cuba. Chavin, Servicios Gráficos y Editoriales, S.L., Caracas, 2001.

15- Los especialistas podrían ponerse de acuerdo respecto al artículo que centra el nombre de este embalse, pues el Diccionario Geográfico de Cuba lo registra como Cauto del Paso (..., página 72), mientras Juan Cuevas Toraya, en su 500 años de construcción en Cuba, bien siguiendo registros oficiales o la fonética cotidiana, le llama como los pescadores, Cauto el Paso. De momento adoptamos aquí esta última variante, guiándonos por las fuentes vivas, dado que ambos textos tienen similar autoridad.

16- Una encuesta realizada a finales de los años ’80 mostró que entre 19 especies de peces deportivos marítimos y fluviales mencionadas por los aficionados, el 32,3 % de las preferencias se dedicaban a la trucha. (León Almeida, Ismael, “Entre Lutjánidos y serránidos. Peces deportivos cubanos”. Mar y Pesca, La Habana, No. 295, abril de 1990.

17- Granma. Centro de Informática del Deporte, XII Torneo Nacional (de) Pesca de la Trucha “Incendio de Bayamo”. Boletín Final. Bayamo, 1994.

Continuar:
1-Inicio
2-La trucha entre nosotros
4-Técnicas de pesca
5- Capturas
6-Valoración del embalse.

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