28.4.14

Coja su jiguagua ahí
por Ángel
(Tomado del foro CUBANOS DE PESCA)
Coja su jiguagua ahí, tranquilo, sentadito en la orilla de la desembocadura del Almendares. Ayer, en la tarde, me dirigí a uno de los lugares donde di mis primeros pasos como pescador, allá por los años 77 o 78 del siglo pasado: La ribera oeste de la boca del rio Almendares. La tarde, sobre las 6:00 pm, hora en que salí para el lugar, estaba un poco cargada. Se aproximaba senda turbonada que después se disipó y solo quedo en el recuerdo el sonido de los truenos y una lluvia fina que perduró por poco tiempo. En el agua tres amigos daban vueltas en una embarcación; uno, atarraya en ristre, buscando alguna mancha de sardina (pez ideal para utilizar como carnada viva que abunda en esa zona casi todo el año). Me senté pacientemente sobre una pieza de poliespuma que encontré cerca, a esperar que el cardumen apareciera por la orilla. Al notar la presencia del esperado tesoro, valiéndome de mí chispita capture tres ejemplares: una Española, una Escamuda y una de Ley, las que introduje dentro de un cubito pequeño lleno de agua para que se mantuvieran vivas. Al poco tiempo comenzaron a verse los primeros aguajes, indicador inequívoco de la presencia de un magnifico depredador, armado con su gran cabeza, robusto tronco de cola dotado de peligrosos cerrillos (los que usan para golpear con fuerza dejando atontadas y nadando en círculos, sobre la superficie del agua, a sus desfavorecidas presas),… ¡La Jiguagua! Rápidamente tome mi vara y lance la primera de mis sardinitas, la escamuda, que al caer dentro de la tremenda balacera no quería introducir su cuerpo en el agua; a increíbles saltos logro eludir a su favor la primera embestida de una de las Jiguaguas. Después se calmó la cosa y yo como pescador con alguna experiencia me mantuve tranquilo esperando paciente lo inevitable, casi 100% seguro. Una de las comedoras regreso a por el manjar que minutos antes se había escabullido con asombrosa destreza. Produciendo una explosión de agua tremenda, al atacar golpeando con su poderoso cerrillo, se despachó a mi pequeña y apetitosa carnada sin esperar que, al debido tiempo y después de correr tragando una considerable distancia, entraría a ser yo el protagonista principal del juego armado con mi asesina vara. Lo demás fue una batalla excitante, para nosotros los pescadores la que en realidad nos mantiene dentro de este mundo, dos largas y potentes fusiladas con sus respectivas viradas de cabeza seguidas de sus oportunas cobradas. El animal defendió su vida hasta el último momento no sin antes provocar otro tiempo largo de trabajo para poder arrimarlo al arrecife de orilla y al fin ser capturado. La Jiguagua es un pez magnifico, miembro de la familia de los jureles junto al Gallego y la Cojinúa, una de las familias más extensa, es conocida por su gran voracidad, despiadado ataque e incesante asedio a las manchas de sardinas. Buceando las he visto pasar muchas veces, y mantenerse por largo tiempo, siguiendo las bolas de sardinas a la espera de que una falle en uno de los sorpresivos virajes que les obligan a hacer. Cuando es anzuelada la lucha es tremenda, emprende fuertes y extensas fusiladas, en nuestros brazos sentimos sus potentes cabeceos cuando intenta zafarse el anzuelo clavado en su boca. Se pueden ver en cualquier orilla, desembocadura de rio o interior de bahía donde acudan los cardúmenes de sardinas, chicharros o machuelos, aunque ataca a cuanto pez pequeño se le ponga delante, se puede anzuelar pescando a fondo o al vuelo con carnada viva preferiblemente. El equipo utilizado, en este caso, fue una vara criolla de fibra de cristal de seis pies y pico con un carrete Daiwa BG 60 cargado con una línea de monofilamento trilene de 15 libras. Espero sea de su agrado esta entrada que he realizado con el objetivo de transmitir una experiencia que viví gracias a este gran deporte que tanto amamos, les doy las gracias por su atención. NOTA DEL EDITOR: Estimados colegas del cordel y anzuelo. Leed con gusto nuevamente las líneas que anteceden. Ellas contienen en estado de pureza la vitalidad del deporte por el que nos desvivimos. Ángel ha captado la vivencia de una captura y, podemos estar seguros, su crónica servirá de norma para muchos otros relatos de pesca que este blog se sentirá orgulloso de publicar. Como responsables de este espacio en internet, nos corresponde decidir qué se hace público o no, y realizar ajustes mínimos en respeto de las normas del idioma. Sed bienvenidos.

2 comentarios:

Zapito dijo...

Le agradesco mucho la publicacion del articulo, en el sitio, encontrara mas historias interesantes para todos los lectores.

Zapito dijo...

Gracias por publicar mi cronica, en el foro hay otras de nuevas capturas vividas.